Por la voluntad. Basta un solo paso «consciente» para decidir la efectiva transición que abre las puertas del interior. Porque nadie puede hacer por ti aquello a lo que eres llamado para perfeccionar tu ser en cuantas vertientes de necesidad obliga la responsabilidad ante la vida. Sobre todo la nuestra, la de cada uno que mejoramos por la capacidad de superación en toda circunstancia y, especialmente, ante las adversidades que de vez en cuando surgen para probarnos en momentos inesperados y probatorios de nuestra fuerza y capacidad de adaptación.
En condiciones normales desarrollamos en lo cotidiano un modo de vivir sin sorpresas, normalizados y conscientes sin necesidad de plantearnos retos y acomodados en la rutina. Pero es cuando ante la aparición de los problemas estamos obligados a replantearnos y subsistir emocionalmente para rebasar los obstáculos y salir reforzados de la experiencia. Por ello el conocimiento de la fuerza interior, a través del instrumento de la hipnosis, es una oportunidad que aparece de la mano de las dificultades. Solo entonces, con el esfuerzo de la consciencia para decidir, se accede a la compresión de la fortaleza interna capaz de vencer las más duras batallas con la revelación de un conocimiento intimista de nuestras verdaderas actitudes de fortalecimiento que nacen del conocimiento y de la memoria del ser que se te revela en ese estado de consciencia superior que la hipnosis te ayuda a reconocer.