La ausencia de un Ser Querido, la asimilación de la pérdida al fallecer a quien amamos es posiblemente una de las experiencias dolorosas de desarraigo capaz de desequilibrarnos emocionalmente al abrir un nuevo capítulo de la vida con el que estamos obligados a reescribirnos, sea cual sea el guión de lo personal hasta entonces transcurrido. El vacío consciente es una sensación que nos obliga a la adaptación y arraiga en nuestras vidas con una impresión de desconocimiento que nos muestra vulnerables ante nuestro entorno e impotentes frente a la experiencia personal del sentimiento de abandono. La vida misma parece ejercer el ineludible conpromiso de la muerte, cuya amarga circunstancia nos inspira un replanteamiento de las lecciones aprendidas porque a quien sentimos en su ausencia a menudo ha sido maestro para sentir la evolución de nuestra propia existencia. Por ello al consciente le cuesta aceptar la profunda desolación que provoca el ineludible duelo, aunque existen paliativos del subconsciente para poder mitigar los efectos que influyen en la orientación del día a día. La Hipnosis es una ayuda que se ha comprobado eficiente en momentos luctuosos cuando marcha un Ser Querido, pues abarca las capacidades subconscientes hasta tratar la desmotivación de modo que se haga llevadero el desarraigo emocional.

Superar el Duelo con Hipnosis Lola Castellón